Son sensores en custodia M18 y M30 utilizados en zonas de alta temperatura que pertenecen a la familia de los sensores capacitivos tradicionales, con la única diferencia de que la parte electrónica se separa completamente del sensor de detección que es resistente a temperaturas de -200°C a +250°C. Estos dispositivos se utilizan para el control de nivel de materiales calientes tales como líquidos, aceites, polvos y gránulos de plástico. También detectan objetos metálicos sólidos y no metálicos posicionados en áreas de alta temperatura.
El cable de conexión entre el sensor y el amplificador debe ser de longitud estándar (2m o 5m), está conectado al sensor y está provisto de conector blindado para la conexión al amplificador.