Los controles de nivel vibratorios se utilizan cuando se necesita controlar el nivel mínimo o máximo de sustancias sólidas en polvo o granulares. Se utilizan para el control del nivel en silos para pienso, harina, serrín, arena, cemento, etc., en plantas de transporte, dosificación, almacenamiento y procesamiento de materiales plásticos u otros materiales a granel con una densidad superior a 30 g/litro y una granulometría máxima de 8 mm, en fundiciones y cementeras. Estos controles resultan adecuados para su utilización en contacto con alimentos.
Su funcionamiento se basa en la activación de una horquilla vibratoria cuyas dos varillas se activan mediante una fuente piezoeléctrica. Cuando la horquilla vibratoria entra en contacto con el material que se quiere controlar, la oscilación se amortigua, y esta reducción de la vibración se detecta electrónicamente al generar una señal de conmutación.
Son equipos muy robustos que se suministran en una caja de aluminio y con conexiones de acero inoxidable AISI 316. Soportan elevadas cargas mecánicas gracias a la reducida extensión de la horquilla vibratoria.