Las cámaras de pruebas de choque térmico programables son cámaras ambientales utilizadas para probar la capacidad de un producto o material para soportar cambios bruscos de temperatura. La función de una cámara de pruebas de choque térmico es someter a la muestra de ensayo a cambios rápidos de temperatura, que pueden producirse en aplicaciones del mundo real, como las industrias automovilística, aeroespacial o electrónica.
Durante el ensayo de choque térmico, la probeta se coloca en una cámara que contiene dos compartimentos separados, cada uno mantenido a una temperatura diferente. La muestra se expone primero a una temperatura extremadamente alta o baja en un compartimento durante un tiempo predeterminado y, a continuación, se transfiere rápidamente al otro compartimento a una temperatura diferente. El rápido cambio de temperatura hace que el material y los componentes de la muestra se expandan y contraigan rápidamente, lo que puede provocar tensiones térmicas, grietas o deformaciones.
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