Las tapas finales se fabrican en diámetros de 80 a 1600 mm de chapa galvanizada, de aluminio y resistente a los ácidos.
Se recomiendan en la versión con juntas de EPDM para asegurar la estanqueidad de clase "D" según Eurovent (certificado SITAC). Dependiendo del tipo de conexión, existen los siguientes tipos de tapas finales:
Las tapas finales CS/CSL se fabrican con tolerancia negativa y se insertan dentro de un conducto redondo. También se fabrican con un mango que permite la apertura frecuente de un ojo de acceso como tapas finales CSH/CSLH.
La tapa de extremo CPF tiene un diámetro igual al diámetro de un conducto y se utiliza para detener todo tipo de accesorios. En su versión CPFH se fabrica con un mango que permite la apertura.
La tapa CP es una solución universal que permite detener un conducto y un racor. Las tapas CP sólo están disponibles en el rango de dimensiones de 80 a 315 mm.
Se utilizan en conductos de ventilación y accesorios.
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