El dióxido de azufre o dióxido de azufre (SO2) se produce de forma natural a través de la actividad volcánica y también como subproducto de la extracción de cobre y de la quema de combustibles fósiles contaminados con compuestos de azufre. El dióxido de azufre es el responsable del olor de las cerillas quemadas.
La inhalación de dióxido de azufre provoca irritación de la nariz y la garganta. La exposición a concentraciones más elevadas puede provocar náuseas, vómitos, dolor de estómago y daños corrosivos en las vías respiratorias y los pulmones. Las personas con asma pueden ser más sensibles a sus efectos.
Producimos sensores de dióxido de azufre (sensores de SO2) en varios factores de forma y en variantes PPM y PPB. Nuestros sensores de SO2 son de alta calidad, de gran precisión y suficientemente robustos para una gran variedad de aplicaciones industriales.
Sensores de SO2 Alphasense
Los Sensores de Dióxido de Azufre Alphasense (Sensores de SO2) están disponibles en una amplia gama de formatos y tanto en variantes PPM como PPB, lo que los hace adecuados para su uso en una gran variedad de aplicaciones, desde instrumentos de detección fijos y portátiles hasta sistemas y redes de monitorización ambiental.
A: diámetro de 20 mm, el tamaño estándar del sector para los detectores de gas portátiles
B: paquete de 32 mm de diámetro, la mejor opción para aplicaciones en sitios fijos
D: en miniatura, con un rendimiento probado a largo plazo. Sensores diseñados para la próxima generación de detectores de gas portátiles.
La gama SO2 ofrece a los fabricantes de equipos originales sensores fiables para su uso en diversas aplicaciones. Los fuertes niveles de señal combinados con la baja corriente cero permiten una resolución por debajo de 1ppm y un rango de funcionamiento para aplicaciones de seguridad de hasta 2.000ppm. Los sensores están diseñados para su uso tanto en instalaciones fijas como en instrumentación portátil.
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