La tecnología de lecho fluidizado continuo ofrece posibilidades ideales para la modificación específica o la optimización personalizada de las propiedades de los productos a granel. En las plantas de lecho fluidizado continuo, los procesos son totalmente automáticos. Son reproducibles en cualquier momento y garantizan una alta calidad del producto. A diferencia de las plantas discontinuas, el producto pasa por varias zonas en un solo aparato, en el que se ejecutan simultáneamente diversos procesos como la aglomeración, la granulación y el secado.
Las plantas continuas de lecho fluidizado se utilizan especialmente cuando se requiere una alta eficacia reduciendo los costes de explotación y producción. Dependiendo del tamaño de la planta, por ejemplo 200, 2.000 o más kilogramos por hora pasan por todo el proceso con una o más funcionalidades como secado, aglomeración, granulación por pulverización, recubrimiento o microencapsulación.
Transferencia óptima de calor y masa
En nuestro sistema de lecho fluidizado continuo, el producto de entrada se dosifica en el aparato por la parte delantera, por ejemplo, mediante una báscula dosificadora diferencial con sistema de doble aleta aguas abajo. Desde abajo, se suministra aire a través de una placa de distribución de aire. Este aire de fluidización convierte el producto en un lecho fluidizado expandido. La convección forzada en el lecho fluidizado conduce a una transferencia óptima de calor y masa, lo que permite procesos de secado altamente eficientes. En un aparato con división en zonas, la cantidad de aire y la temperatura de cada sección pueden ajustarse individualmente. Al final del aparato, el producto se descarga de forma continua y se suministra a las fases posteriores del proceso. El aire de proceso sale a través de una campana de extracción de aire.
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