La industria de bienes de equipo es una gran consumidora de componentes estructurales sinterizados. Dado que la rentabilidad de compra de piezas sinterizadas aumenta con la serie anual, se entiende fácilmente que las mayores consumidoras de sinterizado sean la industria automotriz, los electrodomésticos, la maquinaria portátil, y algunos segmentos industriales de elevado volumen.
Como referencia, cada automóvil utiliza de 10 a 15 Kg de sinterizado. Tomando un peso medio por pieza de unos 20 gramos, el resultado es que cada automóvil contiene unos 600 componentes sinterizados, algunos de ellos considerados como Críticos o como componentes de Seguridad.
Existe una gran diversidad de materiales (base hierro), formas, acabados, tratamientos, y recubrimientos, que hacen posible conseguir piezas de elevada precisión y prestaciones. Sus propiedades mecánicas son comparables a las de los aceros macizos de alta aleación o la fundición, llegando a una resistencia a la tracción superior a 1.300 MPa.
El sinterizado se emplea para fabricar un elevado número de componentes estructurales, tanto de carácter mecánico como hidráulico.
El principal mercado de los componentes sinterizados es la automoción, que utiliza la pulvimetalurgia para obtener componentes estructurales de motor, transmisión, embrague, caja de transferencia, escape, EGR, motor de arranque, frenos, dirección, amortiguador, sistemas de confort y seguridad (retrovisor, asientos, techo solar, climatización, etc.) y bombas diversas (aceite, combustible, agua, dirección asistida, servofreno, SCR, VVT, CVT, etc.) como aplicaciones más destacadas.