Las piezas de acero inoxidable sinterizado se emplea en sistemas que requieren una elevada resistencia a la corrosión tanto a temperatura ambiente como a elevada temperatura.
Los materiales típicos utilizados para fabricar piezas de acero inoxidable sinterizado son:
Aceros inoxidables austeníticos (serie 300). Son los que tienen mayor resistencia a la corrosión. Los más habituales son el 304 y 316 para aplicaciones sometidas a condiciones corrosivas agresivas, y el 303 para fácil mecanizado.
El 310 se emplea como acero inoxidable refractario. Son amagnéticos. Su dureza y resistencia mecánica pueden ser aumentadas modificando las condiciones de sinterización, pero se pierde cierta resistencia a la corrosión.
Aceros inoxidables ferríticos (serie 400). Son magnéticos, y su resistencia a la corrosión es inferior a la de los austeníticos. El 434 es el utilizado para alta resistencia a la corrosión. El 409 se emplea para alta resistencia a la oxidación a elevada temperatura y buena soldabilidad.
Aceros inoxidables martensíticos (serie 400). Se emplean cuando el parámetro crítico es la dureza. El típico es el 410 con tratamiento térmico o de autotemple. Tiene una dureza muy elevada y es magnético. Su resistencia a la corrosión es inferior a la de los ferríticos.