La dinámica de fluidos computacional (CFD) es la ciencia que utiliza ordenadores para predecir flujos de líquidos y gases basándose en las ecuaciones de conservación de la masa, el momento y la energía. Los fluidos nos rodean y sustentan nuestras vidas de infinitas maneras. Las vibraciones de las cuerdas vocales generan ondas de presión en el aire que hacen posible el habla y la audición de las palabras. Sin fluidos, el efecto de la pelota de tenis no tendría sentido y el avión no generaría sustentación. Gracias a la CFD, podemos analizar, comprender y predecir los fluidos que componen casi todas las partes de nuestro mundo.
Ejemplos de dinámica de fluidos computacional
La CFD se utiliza siempre que es necesario predecir el flujo de fluidos y la transferencia de calor, o comprender los efectos del flujo de fluidos en un producto o sistema. La CFD analiza diferentes propiedades del flujo de fluidos, como la temperatura, la presión, la velocidad y la densidad, y puede aplicarse a una amplia gama de problemas de ingeniería en todos los sectores, entre los que se incluyen:
Aeroespacial y Defensa: La CFD permite modelizar el flujo de aire alrededor de los aviones para predecir la sustentación y la resistencia, lo que se conoce como aerodinámica externa. Esto es importante porque las empresas buscan optimizar el diseño de los aviones para mejorar su rendimiento y reducir el consumo de combustible. La CFD también puede simular sistemas complejos del interior del avión, como la circulación del aire en la cabina, para predecir la calidad del aire. Entre sus principales aplicaciones se encuentran la refrigeración de aviónica, la aeroóptica, la aerodinámica exterior, la climatización de cabina y la propulsión.
Automoción: En los vehículos eléctricos, donde los motores eléctricos y la electroquímica de las baterías crean complejas intersecciones entre la ingeniería mecánica, química y eléctrica
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