En el ámbito de las aplicaciones industriales, la escalabilidad directa del laboratorio a las plantas de producción sólo es posible hasta cierto punto. Aquí es donde entra en juego el Big Compounder B-TSE-S 30/40 como planta piloto y enlace entre el laboratorio y la producción a gran escala. Esta extrusora compacta permite escalar tanto a nivel de laboratorio a piloto como de piloto a producción.
La B-TSE-S 30/40 también es adecuada para fabricantes de productos innovadores y para empresas de nueva creación que aún no se han establecido en el mercado y, por tanto, mantienen bajos sus volúmenes de producción. Gracias a los cortos tiempos de cambio, también es posible fabricar productos personalizados en tiradas cortas. Gracias a su diseño apto para alimentos, la extrusora permite obtener cantidades de producción adecuadas y productos seguros para catas sensoriales o ensayos de alimentación.
Las ventajas de proceso de la B-TSE-S 30/40 incluyen el conocido "diseño de concha de almeja" de las extrusoras de doble husillo de Brabender. El revestimiento, que puede abrirse eléctricamente en horizontal, ofrece una visión óptima de todo el proceso. Por ejemplo, en ella puede observarse idealmente la gelatinización del almidón. Además, el usuario tiene un acceso más fácil para la limpieza, ya que los tornillos también pueden retirarse sin dificultad.