La bomba inductora es la alternativa para cambiar el diseño del proceso cuando la disponibilidad de NPSH es baja. El inductor aumenta la presión de entrada y, en consecuencia, se reduce el riesgo de cavitación (el NPSH necesario suele disminuir en un 50-70%). Cuando el riesgo de cavitación desaparece, también lo hace el riesgo de un gran número de perturbaciones operativas que de otro modo se producirían, como ruido excesivo, pérdida de energía, daños al producto y desgaste innecesario de la bomba. La baja altura de aspiración es un "problema" habitual en aplicaciones diversas, por ejemplo, al bombear productos con puntos de ebullición bajos o en procesos que implican vacío.
La Wi+ es única entre las bombas inductoras, ya que el requisito de NPSH se mantiene al mínimo en todo su rango de funcionamiento. El inductor permite además a la bomba Wi+ manejar productos viscosos o gaseosos más allá del rango de otras bombas centrífugas.
La Wi+ es única entre las bombas con inductor, ya que el requisito de NPSH se mantiene al mínimo en todo su rango de funcionamiento. Además, el inductor permite a la bomba Wi+ manejar productos viscosos o gaseosos más allá del rango de otras bombas centrífugas.
La serie de bombas W+ se basa en un diseño hidráulico de eficacia probada que favorece una alta eficiencia operativa y reduce los niveles de ruido y vibración, al tiempo que mantiene los estándares de higiene.
Los fluidos poco viscosos entran por la entrada central y fluyen alrededor del impulsor, que gira a varias velocidades en función de los requisitos de la aplicación. A continuación, el fluido se desplaza hacia el exterior de los álabes del impulsor por la fuerza centrífuga y se dirige a través de la salida
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