La funda de protección para robots en las cámaras térmicas debe resistir condiciones extremas, es decir, temperaturas que van desde -40°C hasta +90°C, y también ser expuesta a fuertes variaciones de higrometría.
Si un robot se utiliza sin protección en una cabina, con temperaturas más o menos extremas, no será funcional. La funda de protección permite calentar, enfriar o desecar el aire entre la funda y la superficie del robot según las necesidades, para que el robot pueda trabajar en las mejores condiciones y no se dañe. Por lo tanto, una ventilación constante del robot es necesaria y debe tenerse en cuenta.
Las fundas para robots en las cámaras climáticas deben ofrecer una protección completa, ya que la humedad debe evitarse en todas las circunstancias. Esto podría dañar el robot y hacer que se congele o se oxide.
Otro desafío particular en este ámbito es la libertad de movimiento ilimitada de los robots en las cámaras de temperatura: un problema resuelto por el aspecto a medida de las fundas ASP, que se diseñan según los movimientos de los robots.
Sus restricciones:
- Entorno hostil
- Humedad
- Temperaturas extremas
- Movimientos del robot obstaculizados