Los autoclaves para vidrio se utilizan en la industria del vidrio para procesos de termoformado y laminado, así como para la fabricación de vidrio laminado y templado.
En el proceso de fabricación de vidrio laminado, se colocan capas de vidrio intercaladas con láminas de material interlaminar, como PVB (butiral de polivinilo), EVA (acetato de vinilo etileno) o SGP (polivinilbutiral estructural), y se someten a calor y presión controlada en el autoclave por un tiempo determinado. Esto permite que las capas se adhieran entre sí y formen un único panel de vidrio más resistente y seguro.
Por otro lado, en el proceso de templado, el vidrio se calienta a altas temperaturas y luego se enfría rápidamente para aumentar su resistencia. El autoclave para vidrio desempeña un papel crucial en el enfriamiento controlado del vidrio templado, lo que ayuda a mejorar su resistencia mecánica y térmica.
Por lo general, el calentamiento se realiza por una batería de resistencias eléctricas instaladas en el interior del autoclave. En caso de autoclaves para el curado de vidrios de grandes dimensiones, el calentamiento eléctrico puede ser substituido por aceite térmico procedente de una caldera.