La batería de carbono se basa en la tecnología del plomo-ácido. A diferencia de las baterías de litio, las baterías estándar de plomo-ácido tienen una gran capacidad de descarga (hasta C3*). De hecho, hay que aceptar un tiempo de carga mucho mayor (hasta 10 horas, =0,1) para evitar la sulfatación, que acortaría la vida útil de la batería. La nueva tecnología de carbono ofrece una solución a este problema: el uso de carbono garantiza una sulfatización mucho menor del electrodo negativo. Así, la batería puede cargarse hasta 3 veces más rápido (=0,3C) que una batería de plomo-ácido estándar.
Los sistemas modernos de baterías de litio también pueden cargarse en menos de una hora, pero la capacidad de descarga es muy baja: no debe superar el 50-70% de la capacidad de la batería (= C0,5-07).
La carga rápida es un avance significativo en la tecnología del carbono, ya que la corriente de carga para el modo de ciclo diario puede ajustarse al 20-30% de la capacidad de la batería (= 0,2-0,3C). Por lo tanto, es posible recargar una batería descargada en 1-3 horas.
Especificaciones
- Autodescarga: 3% de la capacidad al mes a 20°C
- Corriente de carga máxima diaria 0.2C-0,3C
- Corriente máx. de carga ocasional 0.5C
- Corriente de carga máx. : 3C
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