video corpo

Sistema de oxidación térmico
para reducir NOxpara reducir COV

sistema de oxidación térmico
sistema de oxidación térmico
sistema de oxidación térmico
sistema de oxidación térmico
sistema de oxidación térmico
sistema de oxidación térmico
sistema de oxidación térmico
sistema de oxidación térmico
Añadir a mis favoritos
Añadir al comparador
 

Características

Tecnología
térmico
Aplicaciones
para reducir NOx, para reducir COV

Descripción

Los oxidadores desodorizantes de Babcock Wanson son conocidos en todo el mundo por ofrecer la mejor tecnología disponible para reducir los olores generados por diversos procesos productivos. Estos equipos se adaptan a cada aplicación específica y se diseñan a medida para satisfacer los requisitos particulares de cada proceso industrial. Principio de funcionamiento Los olores suelen tratarse a temperaturas de hasta 950 °C con un tiempo de permanencia aproximado de 0,8 segundos. Una caldera de recuperación de calor recupera la energía del flujo de gases de combustión y vuelve a introducirla en el proceso utilizando vapor o fluido térmico como medio de transferencia de calor. Los tiempos de permanencia se ajustan en función del proceso y la normativa local. ¿En qué procesos son más útiles los oxidadores desodorizantes? Las aplicaciones industriales son muy variadas, entre ellas: procesos industriales de fritura procesamiento de carne extracción de grasas animales torrefacción de café y cebada vulcanización y moldeado de caucho Ventajas de los oxidadores desodorizantes Eficiencia global del sistema por encima del 99 % Excelente eficiencia en reducción de olores Posibilidad de emplear sebo animal como combustible principal, con fuel o gas natural como combustible auxiliar Optimización de los costes operativos y de inversión

Catálogos

No hay ningún catálogo disponible para este producto.

Ver todos los catálogos de Babcock Wanson
* Los precios no incluyen impuestos, gastos de entrega ni derechos de exportación. Tampoco incluyen gastos de instalación o de puesta en marcha. Los precios se dan a título indicativo y pueden cambiar en función del país, del coste de las materias primas y de los tipos de cambio.