El niquelado químico es un proceso químico en el que se produce una deposición fiel a los contornos en toda la superficie. Incluso con piezas de formas complejas y en zonas interiores, se puede garantizar una distribución uniforme del espesor de la capa. La capa de níquel-fósforo se caracteriza por su dureza, resistencia al desgaste y muy buena resistencia a la corrosión. Además, las propiedades del recubrimiento, como las magnéticas/no magnéticas, pueden controlarse mediante el contenido de fósforo. Para ello, ofrecemos los procesos de níquel químico Mid-Phos y High-Phos.
Ventajas del recubrimiento sin corriente externa
En comparación con los procesos electrolíticos como el cromado duro, por ejemplo, el proceso químico tiene una ventaja decisiva: la distribución uniforme del espesor del recubrimiento.
El niquelado químico es un proceso de reducción autocatalítica. Los electrones necesarios para la deposición no son suministrados por una fuente de energía externa como en los procesos galvánicos, sino que son generados por la reacción química de un agente reductor dentro del electrolito. Como resultado, las mismas condiciones de deposición prevalecen en toda la superficie del componente, dando lugar a una estructura de capas uniforme.
Incluso en el caso de geometrías complejas de los componentes, se puede garantizar una distribución uniforme del espesor de la capa en las esquinas, los bordes y las superficies interiores.
Propiedades de sus componentes
Material base: todos los aceros y metales no ferrosos
Dimensiones máximas: ⌀ 600 x 1100 mm
Peso máximo: 250 kg
Revestimiento de bastidores o barriles
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