El BioPulverizador reduce el tejido congelado en nitrógeno líquido a un polvo fino. Debido al alto contenido de agua, la mayoría de los tejidos frescos se vuelven tan frágiles como el vidrio a temperaturas de nitrógeno líquido. Un golpe fuerte con un martillo lo destrozará en pequeños pedazos. Este método, llamado liofilización o criopulverización, es especialmente útil para preparar tejidos duros y fibrosos como piel, cartílago, córnea, etc., para su posterior y rápida alteración celular mediante otras técnicas. El Bio-Pulverizador consiste en un orificio mecanizado en una base de acero inoxidable en el que encaja un pistón o mortero especial. En un procedimiento típico, hasta 10 g de tejido animal o vegetal se congelan en nitrógeno líquido y se colocan en el BioPulverizador preenfriado. El pistón da un golpe al tejido quebradizo reduciéndolo a polvo. La fractura por congelación con el Bio-Pulverizador también es útil para extraer metabolitos de tejido lábil.
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