La atomización por plasma produce un recubrimiento de alta calidad mediante una combinación de temperatura elevada, fuente de alta energía y de calor, un medio de pulverización relativamente inerte, generalmente argón, y altas velocidades de partículas.
Plasma es el término utilizado para describir el gas que se ha elevado a una temperatura tan alta que se ioniza y se convierte en eléctricamente conductor.
La utilización de esta tecnología permite la pulverización de casi cualquier material metálico o cerámico sobre una amplia gama de materiales, con una excepcional resistencia de la unión, minimizando a su vez la distorsión del sustrato.
Beneficios
La gran ventaja de la atomización por plasma es su capacidad para pulverizar una amplia gama de materiales, desde metales a materiales cerámicos refractarios, tanto en componentes pequeños como grandes, ofreciendo:
-protección contra la corrosión
-resistencia al desgaste
-control del juego: componentes abrasivos y sujetos a abrasión
-resistencia a la oxidación y al calor
-gestión de la temperatura
-resistividad eléctrica y conductividad