El concepto de control de acceso a infraestructuras críticas es bien conocido. Sin embargo, cuando estos controles deben aplicarse a los miembros del público, se requieren medidas de seguridad adicionales.
Por ejemplo, en los aeropuertos y las prisiones es necesario controlar al público para determinar si ha estado en contacto con explosivos (aeropuertos) o estupefacientes (prisiones). Esto se consigue fácilmente con un detector de trazas, ya que estas sustancias prohibidas contaminan los efectos personales, incluso después de lavarlos.
El DE-tector flex de Bruker es un sistema de detección de trazas que cumple perfectamente los requisitos de estas dos aplicaciones típicas. Al frotar la propiedad de un individuo con un hisopo desechable que no se raya y al insertarlo en el DE-tector flex, se pueden identificar automáticamente los rastros de estas dos clases de sustancias; y en cuestión de segundos.
El DE-tector flex de Bruker emplea la tecnología IMS (Espectrometría de Movilidad de Iones) estándar de la industria, pero a diferencia de la mayoría de los demás instrumentos, utiliza una fuente no radiactiva. Junto con una baja carga de consumibles, nuestra nueva fuente HEPI reduce sus costes a lo largo de la vida minimizando sus requisitos de conformidad.
Detección de nueva generación
Este innovador sistema de tercera generación tiene capacidades que superan con creces los diseños de los sistemas actuales. Su novedoso IMS de doble tubo facilita la detección e identificación de explosivos y narcóticos comunes, pero tiene la capacidad de ampliarse para dar cabida a nuevas sustancias.
En el corazón del DE-tector flex se encuentra una única cámara de ionización que utiliza la fuente HEPI no radiactiva de Bruker, probada en campo.
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