Desde que Burckhardt Compression introdujo por primera vez el compresor Laby® en 1935 hemos podido aumentar nuestros conocimientos de aplicación. En estrecha colaboración con nuestros clientes hemos transferido estos conocimientos a una solución de compresor inigualable con un rendimiento excepcional. Originalmente diseñado para la compresión segura de amoníaco, las continuas mejoras y desarrollos posteriores han hecho que el Laby® sea hoy en día una de las soluciones de compresores más confiables para numerosas aplicaciones que manejan gases complejos:
- gases secos como el hueso
- gases húmedos
- gases criogénicos
- gases sucios, polvorientos y contaminados en los servicios de ensuciamiento
- gases limpios donde no se permite la contaminación del gas
- gases reactivos, explosivos, corrosivos o tóxicos
Todos los principales proveedores de gas industrial, los actores mundiales en la producción de poliolefina, los renombrados licenciatarios de procesos, los socios internacionales para sistemas de licuefacción de gas y muchos productores de productos químicos confían en Burckhardt Compression y dependen de la insuperable fiabilidad de los compresores Laby®. Miles de instalaciones subrayan esta larga historia de éxito.
Sellado en laberinto - Compresión sin contacto y sin aceite
Esta tecnología única se aplica entre el pistón y la pared del cilindro y entre el casquillo del vástago y el vástago del pistón. El efecto de sellado del laberinto es creado por numerosos puntos de estrangulamiento diminutos. En cada uno de estos puntos de estrangulamiento, la energía de presión se transforma en energía cinética como resultado de la restricción del flujo. El proceso continúa en cada combinación de punto de estrangulamiento/cámara de volumen a lo largo de la glándula del pistón y del vástago del pistón hasta que se alcanza la reducción de presión requerida. Se mantiene un pequeño volumen de espacio libre entre las superficies adyacentes.
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