Las válvulas actuadas eléctrica o neumáticamente regulan automáticamente el fluido, ofreciendo varias ventajas:
Localización remota de las válvulas a maniobrar.
Necesidad de disponer de información sobre la posición de las válvulas en cada momento.
Par significativo.
Funciones simultáneas: imposibilidad de maniobrar al mismo tiempo si no es de forma automática.
Fiabilidad/funciones repetitivas: evitar la posibilidad de descuidos.
Posicionamiento (modulación).
Seguridad: evitar maniobras indebidas.