La tecnología dálica permite el revestimiento de cualquier tipo de metal de forma local sobre sustratos metálicos (como acero, acero inoxidable, aluminio, cobre, cromo, etc.). El chapado selectivo es un proceso sin inmersión (a diferencia de los tratamientos en baño), en el que una herramienta anódica saturada de electrolito se electrocuta sobre la pieza gracias a la corriente aplicada.
Las ventajas del metalizado selectivo
Metalizado selectivo : Sólo tratamos la(s) zona(s) que necesita(n) ser tratada(s)
Proceso en frío : No hay deformaciones creadas por el calor
El proceso dálico puede aplicarse directamente sin desmontar las piezas (por ejemplo, los trabajos de revestimiento de AOG en los trenes de aterrizaje)
Los dispositivos de revestimiento selectivo son transportables a cualquier lugar: fácil de intervenir rápidamente
Tratamiento en piezas integradas
Flexibilidad : se pueden hacer muchos chapados diferentes con el mismo equipo
Restablecer la geometría de la pieza sin necesidad de mecanizarla
Control de los espesores : puede depositar desde muy pocas micras hasta cientos de micras
El objetivo del revestimiento selectivo
Nuestros recubrimientos tienen como objetivo reparar o aportar una nueva función a una pieza metálica. Estas son las aplicaciones más comunes:
Proteger contra la corrosión
Restaurar las dimensiones funcionales de la pieza
Garantizar el contacto conductivo
Obtener una dureza
Rellenar un agujero, un impacto
Prevenir la corrosión electroquímica (par galvánico)
Antifricción/EMC (compatibilidad electromagnética), etc
Los parámetros del generador (amperaje, tensión, cantidad de corriente) se modifican en función de cada tratamiento. Se utilizará un dispositivo catódico durante el anodizado en aleaciones de aluminio o titanio
Una herramienta anódica* se compone de 3 partes inseparables para trabajar
una herramienta de revestimiento: el mango
un ánodo: principalmente de grafito o de acero inoxidable
una bonnette: Tejido que cubre el ánodo para evitar el arco eléctrico
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