Mediante sensores, se mide de forma precisa la presión del sistema de suspensión neumática.
Con este sistema se detecta electrónicamente los cambios de la presión del aire, y se traduce en una indicación en kg en el equipo instalado en la cabina.
Una vez realizada una fácil calibración, se pueden conseguir precisiones mejores de ±0.5% del peso total, según el tipo de remolque.