La estación para la colocación de tapones de corcho está formada por una columna sobre la cual están instaladas las mordazas de acero inoxidable, templado y pulido, para la compresión del tapón, cuyo funcionamiento es silencioso y lineal e impide que el corcho se desgarre.
Una serie de pistones levantan las botellas y permiten la ejecución de la fase de tapado.
Si falta el envase, el cabezal no suministra el tapón.
El distribuidor de tapones, que alimenta la rampa de bajada de manera automática y continua, está equipado con un sensor de “presencia tapón”.