La Stato-Sonda Z50 es un detector estático de metal caliente adaptado para detectar materiales a temperaturas superiores à 300 °C. Con su caja robusta, está concebido para la utilización en las condiciones severas de la industria siderúrgica y en las forjas; sobre todo el modelo Z5•HT concebido para temperatura ambiente hasta 120 °C sin refrigeración.
El rayo emitido por el producto caliente es focalizado por una óptica, después recogido sobre una célula fotoeléctrica. Cuando el nivel de energía sobrepasa el nivel ajustado, la salida de la Stato-Sonda Z50 conmuta.