El sensor de conductividad térmica está diseñado para medir de forma continua dióxido de carbono (CO2), nitrógeno (N2) o hidrógeno (H2).
Es ideal para mediciones de alta precisión en condiciones adversas. El rango de medición varía desde la traza hasta el nivel de saturación. Su concepto y montaje mecánico preciso garantizan un rendimiento óptimo, un ciclo de vida de unos 8 años y bajos costes de mantenimiento.
Características y ventajas
Las concentraciones de CO2, H2 o N2 se miden de forma continua
Límites de detección muy bajos en aplicaciones disueltas y gaseosas
Bajos costes de mantenimiento: sólo es necesario un mantenimiento anual
La presencia de otros gases en el ambiente no afecta a las mediciones
Tiempo de respuesta rápido +/- 30 seg.
Fácil proceso de calibración del aire
Construcción en acero inoxidable: ideal para las duras condiciones de la planta y las altas presiones
Resistencia a altas temperaturas y limpieza in situ (CIP)
Aplicaciones
Análisis en línea y de envases
Aplicaciones disueltas y gaseosas
Producción de bebidas
Industria del vapor
Industria farmacéutica
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