Las ferritas son materiales cerámicos homogéneos compuestos por varios óxidos con el óxido de hierro como principal constituyente.
Según su composición química, las ferritas blandas se dividen en: ferrita de manganeso-zinc y ferrita de níquel-zinc. En cada categoría se pueden fabricar muchos grados diferentes de material MnZn y NiZn cambiando la composición química o la tecnología de fabricación.
Ferritas de manganeso-cinc: Este tipo es el más común y se utiliza en muchas más aplicaciones que las ferritas de níquel-cinc. Dentro de la categoría MnZn es posible una gran variedad de materiales. La selección del material depende principalmente de la aplicación a la que se deba dar cabida
Ferritas de níquel-cinc: Esta clase se caracteriza por su elevada resistividad del material, varios órdenes de magnitud superior a la de las ferritas de MnZn. La ferrita de NiZn es el material elegido para operar desde l-2 MHz hasta varios cientos de megahercios. Para cubrir una gama de frecuencias tan amplia y diferentes aplicaciones, se han desarrollado a lo largo de los años un gran número de materiales de níquel-zinc. Ciertos materiales químicos de níquel, especialmente los que contienen cobalto, pueden verse alterados negativamente por algunos tipos de tensión, como los golpes mecánicos por caída o por algunas operaciones de rectificado. Los cambios resultantes pueden incluir el aumento de la permeabilidad y la pérdida de núcleo (disminución de Q). Estos cambios no pueden revertirse, pero en algunos casos, un recocido térmico a alta temperatura puede restaurar algunas de las propiedades iniciales.
Geometrías del núcleo: Las geometrías de los núcleos pueden adaptarse para satisfacer requisitos magnéticos y mecánicos específicos. Un inductor de alto Q sintonizable requiere una forma de núcleo diferente a la utilizada en los transformadores de salida de líneas de televisión.
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