Como su nombre indica, este acoplamiento es una versión sincrónica que, de forma inherente, da lugar a una relación 1:1 entre el movimiento del conductor y del seguidor. Como se enseña en las escuelas primarias, los polos magnéticos iguales (Norte-Norte y Sur-Sur) se repelen mientras que los polos opuestos (Norte-Sur) se atraen, los acoplamientos síncronos explotan estas características "atractivas" y "repulsivas" para producir movimiento. Colocando un conjunto de imanes permanentes de polos alternos (N-S-N-S) en el conductor y un conjunto equivalente de imanes permanentes de polos alternos en el seguidor, se produce un circuito magnético "acoplado" con cada polo Norte y Sur del conductor vinculado a cada polo Sur y Norte respectivo del seguidor.
Cuando el conductor se mueve con respecto al seguidor, los polos de los imanes comienzan a superponerse entre sí, lo que provoca un efecto de "empuje y arrastre" y el consiguiente movimiento. La magnitud de la fuerza resultante no sólo depende de la cantidad de solapamiento, sino también de las características del material magnético elegido y de la distancia de separación entre el conductor y el seguidor.
Sin embargo, a partir de un determinado desplazamiento se alcanza la capacidad máxima de producción de fuerza del acoplamiento. El desplazamiento más allá de este punto da lugar a un desacoplamiento. Este desacoplamiento se manifiesta como una acción de trinquete resultante de que los polos magnéticos similares del conductor y el seguidor se repelen. Sin embargo, a diferencia de su equivalente mecánico, el desacoplamiento no suele provocar daños permanentes y la sincronización se reinicia en el siguiente punto de acoplamiento de los polos magnéticos.
Ventajas: Mayor densidad de fuerza volumétrica.
Contras: Limitado a una relación de movimiento de 1:1
Utilización: Dispositivos que requieren un acoplamiento directo sin deslizamiento durante el funcionamiento.
---