Robusto. Estable. Móvil. Y, sobre todo, perfectamente segura. La caja de pruebas INQ-1 para máquinas rotativas está fabricada con perfiles de aluminio de paredes gruesas y equipada con elementos de protección fiables. Preparada para soportar incluso las pruebas más intensivas. Es una ayuda inestimable a la hora de probar productos electrotécnicos, máquinas rotativas y frenos.
Ergonomía en la práctica
El INQ-1 consta de la propia caja de pruebas en la parte superior y de la sección de alimentación de alta corriente en la parte inferior. La zona de pruebas está situada directamente delante del trabajador bajo una gran cubierta transparente, lo que proporciona no sólo seguridad durante el trabajo, sino también una visión perfecta de lo que ocurre en la encimera. El dispositivo sometido a prueba puede instalarse en el tablero muy fácilmente mediante numerosas ranuras en T. La gran capacidad de carga del tablero, de hasta 200 kg, permite trabajar con máquinas realmente pesadas en la caja. La sección de alta corriente almacenada bajo la placa contiene conectores y alimentación para todos los aparatos, así como tomas de corriente y espacio para colocar los equipos de medición y datos propios.
Caja de pruebas INQ-1 en detalle
La tapa abatible sobre dos puntales de gas para facilitar la apertura está equipada con un asa a lo largo de toda la parte delantera.
Para facilitar su manejo, la caja de pruebas está equipada con cuatro ruedas dobles de gran capacidad de carga y frenos.
El control y la medición en la caja se realizan a través de cinco conectores RS-232 y cinco conectores RJ-45.
Las tensiones de alimentación y control están separadas entre sí.
Todos los cables necesarios se introducen en el espacio de trabajo a través de cepillos protectores, que garantizan la estanqueidad de la caja de pruebas.
Construcción robusta de la caja de pruebas con perfiles resistentes.
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