De los diversos recubrimientos orgánicos finos que ya se fabrican y aplican en vacío mediante polimerización por plasma, el denominado recubrimiento "Parileno" ha cobrado especial importancia como recubrimiento anticorrosivo por su especial resistencia química a casi todos los ácidos y álcalis y disolventes orgánicos, así como por su buena resistencia a la difusión de vapor de agua. El nombre "Parylene" se ha convertido en una abreviatura común del nombre químicamente más correcto "Poly-Para-Xylylene", que se distingue de otros revestimientos plásticos y de laca por una serie de propiedades muy destacadas.
El campo de aplicación del parileno es casi ilimitado. Abarca desde simples juntas, tuberías y recipientes en la industria hasta todo tipo de componentes eléctricos sensibles, como placas de circuitos impresos, sensores, sistemas de control de vuelo y muchos más. Como el parileno también es biocompatible, es muy popular en la tecnología médica para audífonos, cánulas, implantes, sondas y endoscopios.
Por su resistencia química, el revestimiento de Parileno también es preferible para dispositivos médicos que entran en contacto con fluidos corporales, como agujas hipodérmicas, catéteres o implantes, así como marcapasos y similares. Debido a esta inocuidad fisiológica, este revestimiento de parileno también es adecuado para revestir piezas de gafas, relojes u otros artículos de joyería que podrían provocar alergias e irritaciones cutáneas.
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