El galvanizado en caliente es la mejor protección contra la corrosión y requiere un mantenimiento mínimo.
La protección contra la corrosión es una cuestión de confianza, ya que sólo el tiempo dirá si el trabajo se ha realizado correctamente. En DOT damos fe de nuestro tratamiento de superficies, siempre. El galvanizado en caliente se utiliza para maquinaria agrícola, equipamiento de viviendas, ferretería, turbinas eólicas, fachadas, balcones, escaleras, etc.
No hay mejor protección contra la corrosión del hierro y el acero que el galvanizado en caliente. El acero es uno de los componentes básicos de las estructuras de la construcción moderna, donde las altas exigencias de calidad y vida útil son cruciales.
El galvanizado en caliente es un proceso en el que el elemento a galvanizar se limpia de grasa, aceite, cascarilla de laminación, óxido y otras impurezas. El galvanizado en caliente se lleva a cabo sumergiendo el artículo en uno de los mayores baños de zinc fundido del norte de Europa a 450°C, lo que crea una fuerte unión química entre el acero y el zinc. Esto crea una fuerte unión metálica que garantiza la durabilidad de la protección y crea una protección catódica de las zonas que no están cubiertas por el zinc. A diferencia de la pintura, que se adhiere a la superficie del acero. Este galvanizado crea una superficie resistente y duradera que prácticamente no requiere mantenimiento.
El galvanizado resistente soporta el transporte y la manipulación, ya que el zinc es un material robusto. Cuando el artículo se ha galvanizado en caliente, se somete a minuciosos controles de calidad que garantizan al cliente un resultado y una vida útil óptimos. El galvanizado en caliente de DOT y el espesor de la película de zinc cumplen los requisitos de calidad de la norma ISO 1461.
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