Los sistemas de control de movimiento son capaces de controlar con extrema precisión la velocidad, la posición y el par. Las aplicaciones, como la microscopía de diagnóstico y las ciencias de la vida, que requieren un posicionamiento preciso de las muestras, la sincronización de elementos independientes del instrumento o un movimiento rápido de arranque y parada, son candidatas perfectas para el uso del control de movimiento.
El rendimiento de estos complejos sistemas depende de la mecánica, la electrónica de control del movimiento y el software utilizado en el sistema de control del movimiento. Normalmente, un sistema de control de movimiento consta de un controlador de movimiento, un accionamiento, un motor y un dispositivo de realimentación de posición.
Un controlador de movimiento es un dispositivo programable que controla la trayectoria del movimiento, el cierre del bucle servo y la ejecución de la secuencia en los sistemas automatizados de control de movimiento. Básicamente, el controlador es el "cerebro" de los sistemas de control de movimiento.
En función de los requisitos de movimiento, el controlador de movimiento establece la trayectoria de movimiento, envía señales de control al circuito de accionamiento para "accionar" el motor y, en un sistema de bucle cerrado, compara la señal de realimentación de posición real del encóder con la trayectoria ordenada y utiliza el bucle de control para tomar medidas correctivas si es necesario, idealmente con poco o ningún error.
Dependiendo del sistema de control de movimiento, el controlador principal o el accionamiento utilizan dispositivos de realimentación de posición, como resolvers y encoders, para lograr tareas de movimiento de alta precisión. El accionamiento recibe señales o comandos de baja potencia del controlador y, a continuación, convierte esas señales en una señal de alta potencia que el motor necesita para funcionar.
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