La mezcla se utiliza para mezclar polvos metálicos de forma homogénea, mejorar la distribución de las partículas y optimizar las propiedades del material. Esto se consigue mediante tiempos y velocidades de mezcla personalizables, que pueden adaptarse con flexibilidad a diferentes tamaños de partículas de polvo.
La eficacia del proceso aumenta gracias al modo de mezclado rápido y específico para cada polvo (húmedo o seco), que permite minimizar los productos rechazados y reducir los procesos de trabajo manual.
Los sistemas ofrecen flexibilidad para procesar lotes de 20 litros, desde pequeños a grandes, y pueden adaptarse a distintos tipos de polvo metálico, con o sin diamantes.
Al reducir los aglomerados y grumos, el sistema de mezcla mejora la calidad, evita las inhomogeneidades en el producto final y garantiza la uniformidad de las propiedades del material.
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