Las cápsulas inhibidoras de la corrosión volátil (VCI) protegen los componentes metálicos eléctricos y mecánicos contra los fallos por corrosión durante el almacenamiento. Las cápsulas crean un escudo invisible de vapor inhibidor de la corrosión sobre la superficie metálica. Las moléculas del vapor impiden las reacciones que provocan la formación de corrosión. La instalación es sencilla: basta con despegar el adhesivo y colocarlas en casi cualquier superficie interior.
Hay varios tamaños disponibles en función del tamaño de la zona que necesite protección.
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