Hoy en día, las nuevas tecnologías ayudan a mejorar la eficiencia y la calidad de la combustión de los motores para acercarse a un nivel óptimo.
Un aspecto clave aquí es la regulación de la temperatura de funcionamiento del motor mediante un circuito de refrigeración controlado hasta una temperatura óptima constante de 110°C/230°F en todas las diversas situaciones de conducción y estados de funcionamiento del motor que se producen típicamente en el día a día. Para ello se utilizan termostatos en el circuito de refrigeración, lo que supone un gran beneficio en cuanto a consumo de combustible, emisiones de gases de escape y vida útil del motor.
Termostato controlado por mapa
Los termostatos controlados por mapa electrónico son la última generación de termostatos, que siguen a los termostatos convencionales.
Estas unidades tienen un elemento calefactor controlado eléctricamente integrado en la cera como material de expansión. El elemento calefactor se controla mediante un sensor MAP en la unidad de control del motor y calienta el material de expansión, provocando así la apertura del circuito de refrigeración a través de la válvula del termostato.
Esto permite que el termostato influya en la temperatura del motor mucho más rápidamente, asegurando que se mantenga el rango óptimo en los diferentes estados de carga y funcionamiento.
Nuestro elemento calefactor de alambre es la pieza central de la última generación de termostatos suministrados a nuestros clientes: se caracteriza por sus tiempos de reacción muy cortos y su rápida respuesta al calentamiento del material de expansión.
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