Su principio de funcionamiento es la fuerza centrífuga, al aumentar la velocidad de rotación, las masas vencen a la fuerza de los muelles y friccionan sobre el tambor estático hasta que llega a la velocidad donde el par ejercido por la fuerza centrífuga y el par ejercido por el peso se equilibran, manteniendo esa velocidad hasta el final del recorrido.
Los frenos centrífugos EC, aprovechan la fuerza centrífuga para limitar la velocidad, por tanto, cómo no requieren ninguna fuente de alimentación externa los convierte en la solución perfecta para las aplicaciones de seguridad.
La parte externa del freno EC se pinta para crear una barrera de protección que evita la aparición de óxido y aísla el acero de cualquier condición ambiental.
El montaje habitual del freno centrífugo EC es entre motor y reductor con bridas y ejes normalizados IEC B5, aunque también puede fabricarse a medida de cualquier aplicación.
Los frenos centrífugos EC están diseñados para aplicaciones donde la velocidad nominal sea de 1000, 1500 o 1800 rpm.
En caso de avería de la motorización o del freno del motor, el freno EC se activa y controla el descenso de la carga.
El freno centrífugo se monta en las plataformas de trabajo para cumplir con el apartado de seguridad de la norma EN 1495.
Otra aplicación habitual del freno EC son los montacargas o los elevadores industriales que se utilizan en las obras de construcción de edificios. O en los pequeños elevadores de personas que hay en el interior de las torres eólicas o torres grúa.
Características:
Grupo individual o autoportante.
Bridas y ejes normalizados.
Con o sin tambor.
Alta protección.