Los cables calentadores autorregulantes se utilizan para el mantenimiento de la temperatura de las tuberías, depósitos, bombas, etc.; así mismo se utilizan para evitar la formación de hielo sobre rampas, calles, escalinatas, canalones, techos, etc.
Los cables autorregulantes son cables calentadores de matriz semiconductora compuesta por una mezcla de polvos de grafito y polímero extruido sobre dos conductores de sección apropiada; dicha matriz es posteriormente irradiada para fijar la posición molecular y constituir una memoria de su construcción inicial.
Se recubre, por tanto, con un material termoplástico y con una adicional protección de fluoropolímero o material termoplástico.
De esta manera se forma el cable base. Dicho cable se puede recubrir posteriormente con una malla de cobre estañado o acero inoxidable de protección mecánica y puesta a tierra y finalmente con un último revestimiento de fluoropolímero o material termoplástico.
Las moléculas de grafito, en el momento de la construcción, tienden a conectarse y formar cadenas que se disponen de modo casual en el interior de la matriz; dichas cadenas son conductivas y se pueden asimilar a muchas pequeñas resistencias colocadas en paralelo entre los dos conductores.