Puntos de Anclaje
Los puntos de anclaje son dispositivos de anclaje, cáncamos generalmente, dispuestos específicamente para dar seguridad a trabajos en altura. Previstos, por tanto, para soportar el golpe que genera el frenado de la caída.
Los puntos de anclaje serán de una clase o de otra en función de si se apoyan, abrazan, o si se fijan a la estructura de la que parten.
Los puntos de anclaje tienen como fin proporcionar un punto concreto donde poder engancharse con seguridad, en ámbitos en los que existe riesgo de caída.
Los puntos de anclaje se utilizan también para trabajar en suspensión. En este caso, las cargas son distintas de las que genera el golpe de frenado de la caída.
A diferencia de las líneas de vida, que permiten un desplazamiento en paralelo a su longitud, los puntos de anclaje no son cómodos para este tipo de movimientos, a menos que se empleen otros EPI, como los anticaídas retráctiles por ejemplo, con los que desplazarse verticalmente.
Los puntos de anclaje se regulan en la EN 795 sobre dispositivos de anclaje, la misma norma que regula las líneas de vida horizontales.
Esta norma ha tenido varios cambios desde su primera promulgación en 1996. La última modificación se produjo en 2012.