Una solución óptima tanto para proyectos temporales como para instalaciones a largo plazo de varios productos líquidos; entre sus usos podemos citar el almacenamiento de agua tanto potable como para fines de riego, el almacenamiento de fertilizantes, productos químicos, aguas derivadas de tratamientos industriales y estiércoles zootécnicos.
Los tanques flexibles se realizan con un soporte de base de fibra de poliéster recubierta por ambos lados con una capa de polivinilcloruro (PVC); gracias a su resistencia, tanto química como mecánica, se pueden adaptar perfectamente a muchas aplicaciones y una extensa gama de líquidos diferentes.
No requieren medidas especiales para la instalación; simplemente deben depositarse en un área nivelada y sin cuerpos puntiagudos. Para fluidos muy agresivos o potencialmente peligrosos para el medio ambiente y la seguridad de las personas, es posible realizar una cuba de contención utilizando una lona de PVC y realizando un simple dique de tierra u otro material (por ejemplo, bolsas de arena, estructura metálica o de cemento).
Las capacidades de estos tanques oscilan entre unos pocos cientos de litros hasta 500 m3 de volumen.
Las principales ventajas ofrecidas por estos tanques son:
• - Instalación fácil y rápida:
• - Dimensiones muy compactas, lo que significa costes de transporte y almacenamiento contenidos.
• - Elevada resistencia mecánica y química.
• - Coste muy competitivo respecto de otras soluciones de almacenamiento.