Todos los troqueles de embutición profunda necesitan una fuerza de retención para poder realizar embuticiones sin generar pliegues y arrugas. Esta fuerza de retención se puede realizar mediante el uso de prensas de doble efecto (muy poco usadas a día de hoy y un producto casi descatalogado) o mediante sistemas de cilindros de presión incorporados en el troquel o mediante cojines en la base. Inicialmente los cojines en la base eran neumáticos, pero la necesaria evolución tecnológica nos ayudó al desarrollo del cojín de base hidráulico allá por el año 1990 y en el año 2017 al cojín servo-mecánico.
Aunque todavía en FAGOR ARRASATE podemos fabricar prensas de doble efecto y cojines de base neumáticos para embutición, se consideran productos ya conocidos y no tienen su apartado en estas líneas.
Las ventajas principales del cojín hidráulico respecto a los cojines neumáticos o los cilindros de presión en troquel son:
Posibilidad de ejercer fuerzas diferentes programables durante la embutición controlando de una forma adecuada la retención del material.
Posibilidad de realizar una bajada controlada o pre-aceleración, con la finalidad de disminuir el choque brusco que se produce al impactar el carro con el cojín y evitar las vibraciones perjudiciales tanto para la pieza como para la instalación.
Posibilidad de bloquear el cojín en su PMI o durante la subida para mejorar la calidad de la pieza y ayudar en la recogida de la pieza por parte de la automatización.