Es posible instalar un sistema de raspado automático (redler) para eliminar barro, piedras y otras impurezas que se acumulan en el fondo y un sistema de filtración del agua en recirculación, que permite mantener el agua libre de depósitos sólidos en circulación.
Después del lavado, los tomates son transportados hacia las mesas de selección a través de canales especiales y al final llegan hasta la seleccionadora óptica, que permite eliminar cuerpos extraños.
Las líneas FBR ELPO tienen una capacidad operativa que oscila entre 5 t/h y 100 t/h de producto fresco en entrada