La pulverización en frío es un proceso de revestimiento de alta velocidad que utiliza energía cinética en lugar de térmica para formar capas de materiales metálicos.
Durante el proceso, la materia prima en polvo permanece muy por debajo de su punto de fusión dentro de un flujo supersónico de nitrógeno y se acelera a velocidades muy altas (de 200 m/s a 1000 m/s).
La unión entre el revestimiento y el sustrato se consigue por deformación plástica a través de inestabilidades de cizallamiento adiabático de las partículas de polvo que golpean la superficie a muy alta velocidad.
La pulverización en frío es capaz de producir revestimientos metálicos de gran espesor con alta densidad y adherencia sin tensiones residuales ni contenido de óxido.
La tecnología de pulverización en frío es muy adecuada para la restauración de dimensiones críticas (hasta 1 cm de radio).
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