La pulverización de plasma con aire (APS) es el más flexible de todos los procesos de pulverización térmica, ya que tiene energía suficiente para fundir o plastificar cualquier material, desde polímeros hasta cerámica.
Como materia prima utiliza polvo que permite la aplicación de cualquier tipo de material.
Una mezcla de gases (normalmente Argón o Nitrógeno e Hidrógeno) se ioniza para convertirse en una pluma de plasma con una temperatura de 6.600 °C a 16.600 °C. Cuando el polvo de recubrimiento se inyecta en la pluma, se funde y se acelera hacia el sustrato.
Aunque puede pulverizar casi todo tipo de materiales, el APS se utiliza habitualmente para pulverizar cerámica, revestimientos abrasivos y metales con puntos de fusión elevados (como el molibdeno).
---