Al final del baño de zinc, las piezas recién galvanizadas tienen un aspecto brillante. Después de unos días de exposición a la atmósfera, el zinc reacciona con los elementos circundantes y se forma una pátina gris o blanquecina. La capa formada insoluble, adherente y protectora tiene zinc como el principal constituyente de carbonato de zinc básico. Se refleja en apariencia por una disminución gradual en el brillo de la galvanización. Este es un fenómeno normal, natural y deseable, porque es lo que hace posible proteger el acero de forma duradera contra la corrosión.
La pasivación es un proceso efectivo que retarda la formación de esta pátina y prolonga el brillo de la galvanización.