El GMS es la revolucionaria segunda generación de los sistemas de medición GeoSIG con mayor capacidad de conectividad y flexibilidad. La unidad se ha desarrollado en estrecha coordinación con el USGS y se ha desplegado en grandes cantidades en Norteamérica estableciendo el sistema NetQuakes. Incluye una conexión Ethernet y, opcionalmente, un módulo Wi-Fi de 2,4 GHz para garantizar una transferencia de datos rápida y fiable. Su diseño y eficacia lo convierten en la primera opción para cualquier aplicación que requiera instrumentos sísmicos. Con su filosofía optimizada de instalación, funcionamiento y mantenimiento, el GMS ofrece la posibilidad real de implantar matrices de alta densidad con unos costes totales de funcionamiento muy inferiores a los de las redes convencionales de sismógrafos de movimiento fuerte.
El software del instrumento procesa los datos en tiempo real. Si se produce un evento sísmico, el GMS calcula la aceleración máxima del terreno (PGA), la velocidad máxima del terreno (PGV), el desplazamiento máximo del terreno (PGD) y el espectro de respuesta (RSA) a varias frecuencias del evento. El GMS puede enviar estos parámetros, que están relacionados con la intensidad de la sacudida, a un centro de datos donde se puede generar una sinopsis (como un mapa de sacudidas) para las instalaciones de gestión de catástrofes casi en tiempo real a través de Internet. También se graba en la memoria un archivo de eventos, que se envía desde el instrumento y al que también se puede acceder de forma segura a través de Internet.
El GMS es autónomo y está equipado con un sistema de alimentación ininterrumpida, que proporciona, excluyendo opciones, más de 24 horas de funcionamiento de emergencia sin alimentación externa. Dado que la batería y la gestión de la alimentación son componentes críticos en las aplicaciones, se ha puesto un cuidado excesivo en el diseño del cargador.
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