El dióxido de carbono es un gas utilizado o producido en muchas zonas industriales o comerciales. El CO2 es inodoro y nocivo para la salud humana, incluso en bajas concentraciones. Al ser más pesado que el aire, desplaza al oxígeno cerca del suelo y en espacios confinados. Debido a estos riesgos, el gas debe controlarse allí donde se utilice o pueda producirse. Nuestro monitor IR24 es una gran elección para una supervisión fiable y selectiva del CO2. Requiere muy poco mantenimiento, no es susceptible a los venenos del sensor ni a las influencias ambientales y ofrece una larga vida útil del sensor.
El dióxido de carbono es muy versátil y se produce en muchos procesos, como la combustión o la fermentación. El CO2 es tóxico y desplaza al oxígeno existente, especialmente cerca del suelo, porque es más pesado que el aire. Estos riesgos y su escaso efecto de advertencia (el CO2 es inodoro, insípido e incoloro) hacen que un sistema de detección de gases para controlar el dióxido de carbono sea una parte importante del concepto de seguridad de muchas aplicaciones. El transmisor IR24, con su fiable método de medición por infrarrojos, es una gran solución cuando se utiliza en combinación con un controlador GfG.
Tecnología de sensores fiable
La robusta carcasa de aluminio está protegida contra la entrada de polvo y agua (IP54). Para satisfacer sus requisitos exactos, ofrecemos sensores con diferentes rangos de medición para la supervisión selectiva de CO2, como de 0 a 5 vol % o de 0 a 25 vol %. La ventaja de la tecnología de infrarrojos no dispersivos (NDIR), además de su selectividad, es que no es susceptible a otros gases, venenos del sensor o condiciones ambientales. Mientras que el fiable principio de medición responde específicamente al CO2, eliminando las falsas alarmas
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