Si necesita supervisar gases tóxicos, oxígeno o hidrógeno en zonas con especial riesgo de explosión, el transmisor EC28 i intrínsecamente seguro en combinación con uno de los controladores de GfG es una solución fiable y rentable. La alimentación eléctrica y la transmisión de los valores medidos se realizan a través de un cableado de dos hilos.
Funcionamiento intrínsecamente seguro
Gracias a su construcción intrínsecamente segura, el EC28 i puede utilizarse incluso en zonas con un riesgo de explosión especialmente elevado. Debe conectarse una barrera de seguridad (SB1 o barrera Zener; disponible opcionalmente) entre el transmisor y el controlador lógico programable (PLC) para convertir la tensión de alimentación a 24 V CC. Esto evita que las líneas de alimentación se enciendan dentro de las zonas Ex. La seguridad intrínseca del EC28 i cuenta con la certificación ATEX y lo hace apto para aplicaciones hasta la zona Ex 0.
Comunicación y servicio
El EC28 i se comunica mediante una señal de 4-20 mA. La tecnología Smart Sensor permite sustituir el sensor de forma rápida y sencilla. Los ajustes pueden realizarse mediante el mando a distancia RC2 (calibración por una sola persona).
Mando a distancia RC2 (opcional)
Los gases como el amoníaco y el hidrógeno son más ligeros que el aire. Por ello, los transmisores con estos sensores se instalan cerca del techo. Para simplificar su mantenimiento, estos transmisores pueden equiparse con un cable instalado permanentemente que conecta el mando a distancia RC2 al transmisor para las tareas de mantenimiento, lo que permite realizar ajustes desde el nivel del suelo. La pantalla del mando a distancia RC2 muestra la misma información que mostrarían las versiones EC28 con pantalla. Esto facilita enormemente las tareas de inspección, mantenimiento y calibración.
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