El amoníaco se utiliza como refrigerante en muchas áreas industriales. Como es muy tóxico, corrosivo e inflamable, el gas debe controlarse constantemente. Sólo así pueden detectarse a tiempo las fugas de gas. El transmisor CI21 se diseñó específicamente para la medición de NH3 en aplicaciones con condiciones ambientales difíciles. Su principio de medición especializado, Charge Carrier Injection (CI), se caracteriza por mediciones estables, tiempos de respuesta cortos y baja sensibilidad cruzada.
El CI21 mide el amoníaco en rangos de medición pequeños y grandes, desde pocas ppm hasta 10000 ppm (equivalente al 1% en volumen). El sensor prácticamente no presenta sensibilidades cruzadas a gases que pudieran disparar falsas alarmas. Esto también se aplica a los vapores de aceites y productos de limpieza, que a menudo se encuentran en aplicaciones en las que debe controlarse el amoníaco. El hidrógeno, que se produce durante la carga de las baterías, tampoco afecta a la señal de medición.
Resistente a las influencias externas
La carcasa del transmisor es de aluminio. Está protegida contra la entrada de polvo y salpicaduras de agua (IP54). El sensor también puede montarse a distancia si la situación lo requiere. Los cables utilizados para conectarlo pueden tener hasta dos metros de longitud. El sensor no es susceptible a condiciones ambientales difíciles. El CI21 puede utilizarse en rangos de temperatura entre -35 y +55 °C, en aire seco y húmedo (1 a 99 % HR).
Comunicación y servicio
El transmisor utiliza la señal analógica estándar del sector (0,2-1 mA o 4-20 mA) para comunicar los valores medidos a un controlador para su evaluación. A través de un adaptador de calibración opcional pueden introducirse gases de prueba para pruebas de funcionamiento. El ajuste in situ puede realizarlo una sola persona.
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