Con la plaquita posicionada en el plano Y-Z, el torneado del eje Y dirige eficazmente las fuerzas de corte primarias hacia el husillo de fresado, proporcionando una estabilidad excepcional. De este modo se consigue un mayor control de la viruta, un mejor acabado superficial y mayores velocidades de corte. Además, la inclusión de un tercer eje para la rotación de la herramienta permite un posicionamiento óptimo de la herramienta, permitiendo el corte de formas intrincadas con una sola herramienta. Esto también permite un movimiento de "barrido" sin interrupciones para cortar formas complejas, evitando cualquier marca de mezcla y garantizando un control preciso del efecto rascador de la plaquita.