El agua es un enemigo peligroso del transformador, ya que reduce el voltaje de ruptura del aceite, acelera el envejecimiento del aceite y el aislamiento sólido. Es imposible eliminar por completo la aparición de agua en el transformador: se forma independientemente de la calidad del servicio o del grado de estanqueidad. Pero es posible proteger el transformador de la humedad mediante secado continuo utilizando el dispositivo CMM-260C.
El CMM-260C está conectado al transformador y lo mantiene seco durante toda la vida útil al pasar el aceite a través de un sorbente que consiste en gránulos con una estructura microporosa. El sorbente absorbe el agua, la retiene de manera confiable en sus cristales y no vuelve a caer en el aceite.